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Firma: María Fernanda Barco, enfermera senior en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y colaboradora de Alegra Salud

Donar sangre es un acto de generosidad máxima que, afortunadamente y gracias al buen hacer de los servicios de promoción y recogida, se ha popularizado cada vez más. Actualmente nuestras reservas están, casi siempre, bien provistas para atender la demanda. Y es que en España somos grandes donantes, los sextos del mundo, con casi 1,7 millones de donaciones al año según la Federación Española de Donantes de Sangre -predominan los grupos O+ y el A+, y por extensión las donantes (y receptores) mayoritarios son los que tienen estos grupos sanguíneos-. 

Y somos unos privilegiados, porque sigue habiendo muchos lugares en el mundo donde la falta de equipos para analizar sangre, y la falta de cultura de donación no les permiten contar con reservas seguras suficientes, especialmente en casos de necesidades masivas como desastres naturales o conflictos armados. Por ellos, y para recordarnos que debemos seguir haciéndolo, el 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre promovido por la Organización Mundial de la Salud, este año con el lema ‘La sangre segura salva vidas’. Una fecha en conmemoración del nacimiento de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austríaco que descubrió los grupos sanguíneos A, B y 0.  

La sangre es un «medicamento vital» que cada vez tiene más demanda en nuestros hospitales por el envejecimiento de la población (menor número de posibles donantes y mayor número de posibles receptores) o el incremento de accidentes de tráfico (hemorragias, quemaduras, etc…). También es más necesaria por los avances técnicos que se están produciendo en el terreno sanitario: a más cirugías y trasplantes, por ejemplo, más necesidad de transfusiones. Pero no es su único uso, los hemoderivados procedentes de las donaciones tienen multitud de utilidades: personas que tienen que someterse a tratamientos oncológicos, intervenciones quirúrgicas, tratamientos para enfermedades crónicas y trasplantes, o anemias y partos. Además de para procesos de investigación fundamentales para seguir avanzando en la prevención y tratamiento de distintas enfermedades.

Es un producto indispensable en la sanidad actual, y el único que no se puede fabricar ni comprar, por lo que debemos seguir donando. ¡Cualquiera puede hacerlo!, solo hay que ser mayor de edad, pesar más de 50kg y gozar de una buena salud general. ¿Nunca lo has hecho? Es un proceso rápido y sencillo, de unos 15 minutos de duración más la entrevista médica previa. Se recogen 450ml de sangre en cada extracción que el cuerpo repone rápidamente y sin ninguna repercusión en la salud del donante (solo se recomienda, eso sí, no hacer esfuerzos violentos o realizar actividades peligrosas en las horas posteriores a la donación).

Tras la donación, se realizan los análisis reglamentarios antes de la separación de los componentes de la sangre (hematíes, plasma y plaquetas) que consisten en un estudio serológico (hepatitis B, hepatitis C-antígeno y anticuerpo-, sífilis,VIH, transaminasas) y un hemograma para las plaquetoféresis y plasmaféresis (extracción exclusiva de plaquetas o plasma), para asegurarse de que todo es correcto y la sangre es segura para utilizar.

Ahora, la evolución de la pandemia y el inicio de de la actividad quirúrgica han hecho descender las reservas, por lo que los Centros regionales de Transfusión Sanguínea y las entidades asociadas como Cruz Roja nuevamente animan a los ciudadanos a dar este paso haciendo un llamamiento activo en los medios de comunicación.Desde Alegra Salud os animamos a realizar este pequeño gran gesto. Como hemos oído muchas veces, donar sangre es regalar vida.