Probablemente en nuestro círculo más cercano tengamos a alguna persona, o nosotros mismos, diagnosticado de diabetes. Las personas que la sufren, dependiendo del tipo y grado, necesitan una vigilancia constante porque su páncreas no sintetiza o no utiliza bien la cantidad de insulina que su cuerpo necesita. Esto descompensa los niveles de glucosa y puede causar, a medio plazo, problemas renales, de visión o coronarios. Una de cada diez personas en el mundo sufre esta enfermedad metabólica crónica e irreversible, y solo en 2019 más de 4 millones han fallecido a causa de ella. Su incidencia sigue aumentando (se calcula que para 2030 habrá 578 millones de personas que vivan con diabetes), y aunque no tiene cura, sí tratamiento, y también alivio gracias al control médico y la asistencia continuada.
Este año 2020, en que hemos aprendido por las malas la importancia de los sanitarios en nuestra vida a causa de la pandemia, Naciones Unidas ha querido dedicarle este día internacional justamente al personal de enfermería, clave en la prevención, control y acompañamiento de los pacientes de diabetes. Ellos pueden determinar un diagnóstico y tratamiento en base a unos síntomas que a veces no son tan evidentes, como exceso de sed o de hambre, cansancio u hormigueo en pies y manos, y en estos casos el diagnóstico precoz es clave para que la persona pueda llevar una vida normal y libre de riesgos.
Y no olvidemos que, aunque hay diferencias por regiones, hasta un 50% de las personas diagnosticadas con COVID-19 viven con diabetes, lo que les convierte en población de riesgo en algunos casos y determina su incidencia en otros.
La administración de glucosa de manera regular es el tratamiento más habitual, pero requiere disciplina y control por parte del paciente. Hasta hace muy poco se requerían consultas periódicas, análisis regulares y una estricta vigilancia por parte del propio paciente de sus niveles. Hoy, las aplicaciones móviles y la tecnología aplicada a la salud han hecho avanzar la calidad de vida de estos pacientes muy rápido en poco tiempo. En Alegra Salud, como especialistas en HealthTech, contamos con una línea de trabajo específica en diabetes, Alegra Diabetes, que ofrece toda una batería de soluciones tanto para profesionales sanitarios como para pacientes, para el control remoto y seguimiento de la enfermedad.
Y si en el día a día de los diabéticos hay tres pilares fundamentales -dieta, ejercicio físico y medicación-, nuestras soluciones específicas y personalizadas permiten desde la medición remota y envío de registros directamente al médico, hasta una comunidad de usuarios donde se comparten experiencias y consejos para el día a día, además de alertas de actividad o dietas específicas para cada usuario. Nuestro objetivo es el empoderamiento y aprendizaje del paciente, promoviendo la prevención de posibles accidentes relacionados con la enfermedad y un autocuidado eficaz y satisfactorio. En definitiva, apoyar en una mejora de la calidad de vida.
¡Vigilemos y controlemos, está en nuestra mano y en la de nuestros sanitarios!